Diego Armando Maradó
Alegrías, pasiones, tristezas, Diego Armando Maradona, el pelusa; nos dió todo eso y mucho mas. Desde que jugaba en el potrero estremecía con su habilidad en el manejo de la pelota; y de pibe ya soñaba con la copa del Mundo. Pasaron los años y saliño campeón con la Selección Juvenil en el mundial de Japón; al tiempo en el que se perfilaba para ser un jugador estrella. El tiempo pasaba y el diego iba de club en club; desde los cebollitas, pasando por Argentinos, Boca Jrs., el Barza, el Nápoles, Sevilla, Newells Old Boys y finalmente la Selección Argentina.
Jugara donde jugara, el Diego deslumbraba a todos con sus gambetas, rabonas e imponentes zurdazos inatajables. Llego el momento de la selección mayor, todo un honor, y ahí se calzo la casaca blanca y celeste y salio a hacer una demostración inolvidable, causando varias emociones en los espectadores. Nos provoco alegría y orgullo ver como Diego desparramaba a los ingleses a lo largo del campo en lo que fue el mejor gol del mundo; lloramos cuando metió el gol con la mano, "la mano de dios", y cuando le ganamos a Inglaterra; pero también sufrimos cuando se lo llevaron del campo y dio el dopping positivo; asimismo nos entristecimos cuando veíamos a Diego con la medalla Plata en Italia '90. Diego es todo eso, un conjunto de emociones, algo que no se puede explicar, un fenómeno irrepetible; será por eso que le fueron dedicadas tantas canciones en su nombre, ya sea de los piojos, Rodrigo o Los Ratones Paranoicos; todos sintieron lo mismo, una sensación inexplicable, pero que al pronunciar su nombre se les ponía la piel de gallina; por eso le dedicaron esos homenajes al 10, al "Diego de la Gente", a Diego Armando Maradona, a ese maestro del fútbol que nos regalo un espectáculo sin igual, un fútbol que nos hizo llorar.
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