24 AÑOS DE DOLOR

El 2 de abril pasado se cumplieron 24 años de la rendición formal de las tropas argentinas frente a Gran Bretaña.
Pasaron veinticuatro años de dolor, de llanto, de una herida que no cierra nunca, y parece que no lo hará jamás.
Los argentinos nos sentimos cada vez peor por la pérdida de las Malvinas y los combatientes; y para constatarlo, basta con poner una mesita en la calle y nombrar dos palabras mágicas: Malvinas y recuperar; y en un santiamén estaremos rodeados de una multitud capaz de firmar un petitorio para la recuperación de las islas.
Esta conducta nos muestra como estamos los argentinos de dolidos; como nos afectó esta guerra. Estamos tristes, por un lado, por la muerte de muchos combatientes que fueron a dar la vida por su país; y también estamos afligidos por aquellos que volvieron y que hoy están peleando otra guerra, la de sobrevivir. Pero por otro lado estamos así porque sabemos que esa guerra podría haber sido ganada por Argentina si Chile no intervenía.
¿Y que hizo Chile?, este país permitió el paso de tropas y materiales bélicos ingleses por su territorio; luego los británicos se posicionaron estratégicamente en las costas del canal de Beaggle, lo que significó una desventaja importante para el paso de tropas y elementos de guerra argentinos.
Pero si Chile no ayudaba a los ingleses, ¿Qué pasaba?, obviamente no sabemos esa respuesta, pero sí sabemos que las cosas no hubieran sido tan desparejas; ya que Gran Bretaña se vería obligada a llevar sus tropas en barcos; lo que sería un punto en contra para los británicos.
Pero las cosas nos sucedieron así, y hoy estamos lamentando la muerte de muchos valientes, que no solo pelearon contra las tropas anglosajonas, sino también, contra el hambre, el frío, el olvido y la falta de entrenamiento. Todo esto, consecuencia de la corrupción de las cabezas militares de la infantería; porque a pesar de que en las fuerzas navales y de aviación, la tecnología era inferior a la británica, las guerras por agua y aire las estábamos ganando. Para dejar en claro, faltó un golpe fuerte de la infantería; el cual no existió por los problemas antedichos; y obviamente, para sobrepasar al enemigo, se necesita el accionar de las tres fuerzas.
Esto quedó en el pasado, aunque cada vez más, parece formar parte de nuestro presente. Ahora debemos ocuparnos de los que volvieron; y honrar a los que se quedaron; pero siempre mirándolos con orgullo por el valor que tuvieron para defender lo nuestro; para defender la bandera argentina.