Muchos pueden ser los motivos que conducen a una persona a alcanzar un estado de adicción que se ha vuelto incontrolable. Y lo más dramático es que esa desesperación comienza cada vez más temprano. Si bien el uso de drogas ha existido desde tiempos remotos y en diferentes razas y culturas, es hoy cuando la drogadependencia se percibe como un problema acuciante. Sus consecuencias no sólo recaen en aquellos que consumen estas sustancias , que sin duda son los más afectados, sino sobre el conjunto de la sociedad a través de diferentes problemas como los conflictos familiares, la violencia, la inseguridad y, por último, el gran costo que este flagelo trae a los sistemas de salud. La nueva dinamita que se ingiere con un vértigo que asusta es la llamada pasta base (PBC) o "paco" ,cocaína no tratada que se extrae de las hojas de coca, a través de un proceso de maceración y mezcla con solventes como parafina, bencina, éter, tolueno o kerosene y ácido sulfúrico.
El drama del "paco" se acentúa a partir de su bajo precio, que permite adquirirlo sin dificultades aun a aquellos que menos tienen : una dosis cuesta un peso. Pero allí hay un infernal malentendido, ya que es la más barata pero no la menos costosa, según explican los mismos que la consumen. Son testimonios que estremecen. Como el efecto del paco es efímero, el peso dura cinco minutos. Muchos dicen que fuman hasta 50 cigarrillos por día: gastan así más que adquiriendo cocaína.
El efecto volátil obliga a conseguir dinero a toda velocidad para comprar más droga. Los adictos han perdido el rumbo, pero no se quieren bajar. Habitan más allá de los márgenes y andan caminando encorvados. No les queda nada, muchas veces venden hasta su propia ropa; los sueños los vendieron hace rato.
Desdichadamente, su cabeza suele estar en ruinas por eso que consumen, que se consume rápido y que liquida rápido también. Uno de los efectos del "paco'' es generar una doble exclusión: a la que produce la droga se suma la de la propia familia. Rompe los códigos de convivencia.
En un país donde las oportunidades no son las mismas para todos y donde quienes tienen que desarrollar políticas no internvienen para producir un cambio, se crea un campo más que óptimo para la penetración de ésta y tantas otras drogas.
También para obtener drogas existe una brecha social cada vez más grande, una droga para cada bolsillo y esto de la misma manera es parte de la sociedad de consumo.Pero en este último tiempo la situación cambió en algún punto, ya que el "paco''no es sólo un veneno en las zonas marginales. Comienza a expandirse a barrios de clase media,aunque de modo menos visible y con menor frecuencia.
Al fin y al cabo,el seguidor de esta sustancia es esclavo de una vida que conduce a una escalera mecánica sin retorno.
De esto debe tomar conciencia la sociedad: esta droga, que cada día invade más y más a los barrios carenciados, castiga a los jóvenes que ya venían golpeados socialmente por la mal nutrición, que se inician con el pegamento o el alcohol y a los 13 o 14 años empiezan con el "paco''. El "crack'' su pariente norteamericano, fue el detonante en los Estados Unidos de una mayor preocupación social sobre el problema de las adicciones. Ojalá en nuestra sociedad se tome la misma precaución y como allá el "crack'' fue motor de una movilización colectiva contra la droga, aquí la sociedad debería dar una respuesta rápida y eficaz. Y esto pasa también por las leyes, por tomar conciencia de que en este caso la lucha no es contra los grandes traficantes ni contra redes complejas que necesiten un tratamiento de las fuerzas federales y que se requiere una respuesta local al tratarse de minoristas, de bandas marginales instaladas en las villas y allí hay que atacarlas con rapidez, brindando el Estado prenvención y no represión al que consume.
Se sabe que una respuesta autoritaria o exclusivamente sanitaria no solucionará todo el problema, porque los chicos en vulnerabilidad psicosocial están y seguirán en las esquinas de los barrios más pobres, sin sueños, sin futuro, pensando en cómo vivir el hoy dispuestos a apostar a nuevas experiencias aniquiladoras. La medida debe ser también social, empezar a abrirles nuevos caminos, capacitarlos y ayudarlos a que generen su propio trabajo.